Funciones del Lenguaje
Las funciones del lenguaje se refieren a la
forma en QUE el hablante hace uso de la lengua para transmitir con eficacia la
intención o propósito de su MENSAJE. Aunque suelen ser varias las funciones presentes
en el discurso, a menudo hay una que prevalece y la distinguimos por ser en la
que más énfasis se pone al momento de comunicar el mensaje.
1) Referencial.
Es la función que usamos cuando nuestra
intención se limita a transmitir información real, verificable, sin que medie
la opinión; es por ello que lo dicho se presume objetivo. Por tal razón, el
lenguaje utilizado es meramente denotativo.
La función referencial es común cuando, por
ejemplo, un grupo de investigadores se limita a informar los resultados de su
más reciente TRABAJO O cuando un periodista comenta una nota informativa
centrándose exclusivamente en los hechos comprobables.
2) Apelativa.
Es la función QUE usamos cuando queremos
convencer a nuestro interlocutor, ya sea para QUE haga algo o deje de hacerlo.
En ese sentido, es un ejercicio provocativo, pues lo que el emisor pretende es
que el receptor reaccione de determinada manera ante lo que le propone. LOS
MEJORES ejemplos de su utilización los tenemos en los discursos políticos,
ideológicos y de propaganda y por supuesto, en los anuncios publicitarios.
3) Fática.
Usamos la función fática para comprobar que
el CANAL de comunicación está abierto.
De tal manera, iniciamos una
conversación saludando; contestamos el
teléfono indicando que la línea funciona y escuchamos bien, o verificamos que
el otro mantenga su atención en NUESTRA plática a través de muletillas tales
como: ¿Eh? ¿Me explico? ¿Sabes? etc., esperando una respuesta ya sea afirmativa
o negativa de su parte, pero que nos indique que sigue nuestro discurso. Su
principal objetivo es iniciar, continuar, prolongar, interrumpir o finalizar
una conversación a través de, como ya
mencionábamos, la constatación de que el
CANAL de comunicación este abierto y no
cerrado.
4) Expresiva o emotiva.
Es la función que utilizamos cuando
pretendemos dar cuenta de nuestro estado, ya sea físico o anímico. Es decir,
tanto al manifestar claramente nuestra alegría ante un hecho determinado, como
al quejarnos porque nos duele algo, por ejemplo, estamos usando la función
emotiva del lenguaje. Por tal motivo, se expresa en primera persona, ya sea del
singular o del plural, pues el mensaje está centrado en el emisor con la clara
pretensión de encontrar cierta empatía o identificación en el receptor. Gracias
a esta función es que somos capaces de exteriorizar nuestros sentimientos, estados
de ánimo, deseos, miedos, preocupaciones, enojos, padecimientos y voluntades.
5) Poética.
Es la función QUE utilizamos cuando
pretendemos crear belleza a PARTIR del lenguaje. Los textos literarios, sobre
todo la poesía, son los mejores ejemplos de su uso. Debido a QUE se centra en
la forma de expresión, podemos decir que de enfoca en el mensaje, pero en cómo
está estructurado, en las palabras con que se crea, no el contenido.
La riqueza de esta función radica en la
enorme cantidad de recursos que tiene a su alcance, pues se vale tanto de
figuras estilísticas como de juegos de palabras para lograr la belleza que
busca. Decíamos ya que su mejor representación la encontramos en la poesía,
pero también está presente en canciones, guiones teatrales y cinematográficos,
novelas, CUENTOS y refranes.
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